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Miguel G. Santos discurso de graduación sénior NA UNIVERSIDADE
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ACTO DE GRADUACIÓN: XIII PROMOCIÓN DE GRADUADOS
UNIVERSITARIOS SÉNIOR
UNIVERSIDADE DE VIGO
Vigo, 25 de octubre de 2017
¡NA UNIVERSIDADE!
Miguel González Santos – Graduado Universitario Sénior
En mi breve intervención (espero y deseo que sea breve), quiero hacer una invitación a todos los presentes en este acto:
Una invitación a reflexionar sobre un tema que, en mi modesta opinión, es de importancia capital para todos nosotros, particularmente para los que estamos vinculados a la Universidade: autoridades universitarias, profesoras y profesores, alumnas y alumnos y quienes en otros ámbitos están, como digo, relacionados con esta Entidad.
Porque estamos NA UNIVERSIDADE, ¡estamos en la Universidad!
La reflexión a que me refiero, comienza con una pregunta: ¿Para que estamos aquí? ¿Para que estamos en la
Universidad?
Y mi respuesta personal, la reflexión que propongo es la siguiente: Estamos aquí, en la Universidad, PARA SERVIR.
SERVICIO
Es probable que el verbo “servir”, es decir, hablar de servicio pueda sonar un tanto extraño.
Pero, acaso, cuando el Sr. Vicerrector, o la Sra. Directora de esta Escuela Universitaria de Estudios Empresariales están en sus respectivos despachos programando las actividades académicas y, en general, las actividades de la Universidad; realizando múltiples gestiones; solucionando los muchos problemas que, cada día, a buen seguro, aterrizan en su mesa de trabajo, ¿no están sirviendo? ¿no están haciendo un servicio no solo a la comunidad universitaria sino, también, por extensión a la comunidad en general?
Acaso nuestra Madrina, la profesora Teresa Rivas que nos ha deleitado con su magnífica conferencia, cuando está dándonos clase, ¿no está realizando un servicio? ¿No está sirviéndonos su saber, sus conocimientos, utilizando sus dotes docentes, implicándose en ese trabajo preparando la lección primero para impartirla después, con el propósito de que nosotros aprendamos y adquiramos la mejor formación posible en la materia que nos sirve?
Y, por el otro lado, nosotros también “servimos” a la profesora Teresa. ¿Cómo? pues asistiendo puntualmente a sus
clases, prestando la máxima atención, participando y realizando los trabajos que la asignatura requiere.
Incluyo, evidentemente, a todas las profesoras y a todos los profesores del Programa Universitario para Mayores.
Y, por favor, que nadie piense que al hablar de servidores, al hablar de servicio y referirme tanto a las autoridades universitarias como al profesorado, estoy menoscabando o restando valor a su autoridad. ¡En absoluto! Considero que cuando están en su despacho o en el aula realizando el servicio es, precisamente, cuando están ejerciendo la autoridad inherente a su cargo.
Es decir, ejercen su autoridad cuando sirven y en el servicio se pone en acción la autoridad que ostentan.
Marina, nuestra Presidenta de la Asociación de Alumnos del Programa Universitario para Mayores: Qué decir de su
tiempo, del mucho tiempo que emplea planificando y gestionando el funcionamiento de la Asociación, negociando con las autoridades universitarias y con las autoridades políticas todas aquellas cuestiones que suponen no ya una mejora para la propia Asociación, sino más bien todo aquello que contribuye a que LA ASOCIACIÓN CUMPLA LOS
FINES PARA LOS QUE ESTÁ CONSTITUIDA y todo ello revierta en beneficio de los alumnos y alumnas lo que, a
su vez, redundará, evidentemente, en beneficio de la propia Universidad.
¿Acaso no es un tiempo que dedica de manera altruista a servir, a servirnos? Pues sí, es un servicio que la Asociación de Alumnos del Programa Universitario para Mayores y la Presidenta el frente de ella, presta a la Universidade de Vigo.
Porque, Sr. Vicerrector (y permítame está alusión directa), cuando los alumnos sénior le reclaman, por ejemplo, más
espacio para las clases del Ciclo Intensivo; le reclaman, por ejemplo, un abanico más amplio de materias donde poder
escoger, ya que algunos de nosotros nos hemos quedado casi “a dos velas” al escoger asignaturas; le reclaman, por
ejemplo, QUE LOS ALUMNOS SÉNIOR SEAMOS CONSIDERADOS ALUMNOS DE PLENO DERECHO EN LA UNIVERSIDAD; cuando le planteamos estas reclamaciones, Sr. Vicerrector, lo hacemos porque creemos que nuestra presencia en la Universidad, la presencia de los Mayores, la presencia de los alumnos sénior en la Universidad beneficia y mucho a la propia Universidad, por el bagaje de experiencia que aportamos.
Beneficio que, como dije al principio, es extensivo a la sociedad en general precisamente por el SERVICIO público
que presta la Universidad.
Quiero, Sr. Vicerrector, transmitirle el clamor general que escuché en la comida que tuvimos los graduados en el día de hoy: La supresión de las asignaturas troncales hace que haya un desconcierto total entre los alumnos al no poder hacer grupo de Promoción y ni tan siquiera constituir delegados de curso, ya que los alumnos pueden elegir cualquier asignatura de cualquiera de los tres cursos. Le ruego, Sr. Vicerrector, tome nota de ello para restituir el modelo anterior.
¿Y qué decir de nuestra secretaria, Carmen Veleiro? Su inestimable atención y simpatía. Su permanente carácter amable y condescendiente. Su enorme paciencia con nuestros, a veces, incordios.
Queremos reconocer públicamente tu servicio que, de sobra, es por todos conocido y reconocido.
Muchas, muchísimas gracias, Carmen.
MI EXPERIENCIA
Desde que entré por primera vez en la escuela primaria, hace casi 70 años (68 para ser exacto), jamás me pasó por la
imaginación el que yo pudiera formar parte de la comunidad universitaria. Máxime que ya estaba trabajando cuando
cumplí 13 años de edad.
Por eso, es para mí un gran honor estar ahora aquí, detrás de este atril, dirigiendo esta sencilla charla a todos los presentes.
Pero honor no, precisamente, por el simple hecho de estar aquí,el honor para mí es que estoy aquí porque me siento,
porque soy parte de la Universidad.
Me siento muy honrado y afortunado por haber tenido el privilegio de poder entrar en la Universidad, de poder estudiar en la Universidad, de poder aprender lo que la Universidad me está enseñando.
Y, por tener ese honor, ahora tengo la oportunidad de servirles a todos Vds. dirigiéndoles estas palabras. Al igual que los demás participantes en este acto, yo les sirvo hablándoles y, recíprocamente, Vds. me sirven a mí escuchándome.
Yo no tendría razón alguna para hablar si esas butacas estuvieran vacías y Vds. no estarían ahí sentados si nadie les hablase esta tarde.
Esta aparente perogrullada, creo que ilustra bien la importancia de considerarnos, TODOS, servidores, cada uno de los demás. En este punto, añadir un detalle: Cuando mi esposa y yo vinimos a matricularnos, se cruzó con nosotros si mal no recuerdo abajo, en el hall, un señor que según dijo tenía 80 años o alguno más y nos animó con todo entusiasmo a que viniéramos a las clases; él llevaba varios años ya en la Universidad.
Esto quiere decir que “Nunca é tarde para ir ou volver á Universidade”, como reza el lema de la I Xornada das
Asociacións de Alumnos dos Programas de Maiores das Universidades Galegas que celebramos el pasado viernes
en Santiago. Nunca es tarde para ir o para regresar a la Universidad.
CORO
Quiero referirme, brevemente al Coro de nuestra Asociación, el Coro Aula Aberta, que así se llama.
Decir, en primer lugar, que es un Coro “bebé”, aun no ha cumplido su primer añito de vida.
Decir, también, que el Coro tiene un problema notable. Un problema que fácilmente podrán apreciar cuando en breves minutos se sitúe aquí.
El problema es que las voces femeninas ganan a las voces masculinas “por goleada” (utilizando el argot futbolístico). Y esto, evidentemente, hace que el Coro esté un tanto descompensado.
Por esta razón, permítanme que desde aquí y aprovechando este atril, lance un SOS a los hombres que están en esta
sala: Necesitamos voces masculinas, necesitamos vuestras voces masculinas.
Ah, y que nadie piense o diga: “Yo no sé cantar, no tengo buena voz, no sirvo para cantar”.
Yo os aseguro que si os decidís, cuando estéis frente a nuestro magnífico director, vuestras cuerdas vocales van a
producir notas melodiosas. O si no, ¡probadlo!
Es otra forma de servir a la Universidad.
PROFESORES
Antes de terminar quiero dirigir unas palabras a nuestros profesores, profesoras y profesores.
Palabras que expresan mi sentir personal, fuera de toda duda, pero que, a la vez, creo que sirven de “altavoz” por medio del cual todos mis compañeros, compañeras y compañeros expresan su sentir también.
Nuestro más profundo reconocimiento por el servicio que nos prestan.
Muchas gracias por el saber que nos entregan.
Muchas gracias por los conocimientos que nos transmiten.
Muchísimas gracias por la amabilidad que nos deparan y por la paciencia que tienen con nosotros.
Nuestro sincero reconocimiento, también, por el tiempo que nos dedican, preparando las clases y sirviéndonoslas “en
bandeja”.
Gracias, muchas gracias por su buen hacer, por su excelente servicio.
Quiero aclarar que no estoy “dando jabón” al profesorado. En ningún caso se lo daría y, en este momento, tampoco
tendría objeto dárselo porque mis calificaciones que, dicho sea de paso, les agradezco sinceramente, ya están
publicadas.
Para todo el profesorado del Ciclo Intensivo del Programa Universitario para Mayores, profesoras y profesores, sin
excepción, incluyendo a los que ya se han jubilado, un sincero y por qué no decir, cariñoso y fuerte abrazo.
Y termino pidiendo a los presentes que, por favor, el próximo aplauso lo dediquemos todos, exclusivamente, a nuestros profesores y profesoras.
Muchas gracias