por Manuel Rodríguez Díaz
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Acabo de leer el artículo de opinión, LOS DERECHOS DE LOS MAYORES EN GALICIA, escrito por Miguel Ángel Martínez Coello y publicado en “65ymas.com”
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https://www.65ymas.com/opinion/derechos-mayores-en-galicia_16408_102.html
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He de decir que estoy completamente de acuerdo en todo lo que se dice en el citado escrito, y firmaría punto por punto todo lo que en él se indica. Pero lo que más me ha encantado es que en ese artículo no se ha citado ni una sola vez a la TERCERA EDAD. Esta es una expresión que tengo atravesada y que me gusta tan poco cómo la NUEVA NORMALIDAD que nos está esperando.
Este humilde aprendiz de articulista, por culpa de los fríos datos del carné de identidad, es para la Administración un “anciano”. Para mis encantadores nietos soy una persona “muy mayor”. Mis amigos dicen que tengo el espíritu “joven” y por eso son mis amigos. En alguna ocasión, gente que me quiere, me dice con ternura que soy como un “niño”. Con estos antecedentes, me niego rotundamente a que se me catalogue dentro de ese grupo tan etéreo que es la TERCERA EDAD. Con los vocablos tan variados que tenemos, ¡qué obsesión por matizar y edulcorar el lenguaje!
Entre la docena de reivindicaciones que FEGAUS reclama a los políticos de cara a las próximas elecciones al Parlamento Gallego del 12 de Julio y que, en el artículo de Martínez Coello, claramente se detallan, me voy a fijar en una sola para no pecar de exhaustivo. Dice así, referido a los Mayores: PROTECCIÓN ANTE LAS INJUSTICIAS Y ACCIONES VEJATORIAS.
Suelo ir andando para asistir a mis clases como alumno del PUM, de la Universidad de Vigo, y al pasar por el lugar más bonito de mi ciudad (El Paseo de Alfonso) al contemplar las obras de urbanización de O BARRIO DO CURA, me viene a la memoria un enorme cartelón que existía de siempre y que sobre las piedras de un viejo edificio anunciaba ASILO DE LAS HERMANITAS DE LOS ANCIANOS DESAMPARADOS. En la actualidad, este anuncio, posiblemente sería políticamente incorrecto y sería sustituido por RESIDENCIA ASISTIDA DE LA TERCERA EDAD. Otra muestra del lenguaje edulcorado. Mi experiencia como “voluntario” que acompaña en su soledad a personas mayores, que suelen ser más jóvenes que yo, me permite afirmar que muchos de los nuestros sufren en los últimos años de su vida un total desamparo.
La Administración, la Sociedad, los políticos y todos y cada uno de nosotros tenemos que hacer muchas cosas en este tema tan importante.
Manuel Rodríguez Díaz
Miembro de la Junta Directiva de Aulas de Formación Aberta
Alumno del PUM de la Uvigo, campus de Vigo.
Vigo Junio 2020
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