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PROYECTO

P.E.M.M.

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Programa de Educación Musical para Mayores

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PUM de UVIGO, campus de Vigo

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CRITERIOS QUE RIGEN EL P.E.M.M.

El Programa de Educación Musical para Mayores, P.E.M.M., es un programa pensado, para su posible inserción dentro del contexto del Programa Universitario para Mayores, para el desarrollo de una orientación positiva del tiempo del adulto mayor retirado o a punto de retirarse.

Es habitual considerar al adulto mayor como una persona con capacidades disminuidas, redundando muchas veces en un detrimento de su autoestima y en una pérdida del sentido de la vida, propiciando el aislamiento por la falta de adaptación a nuevas realidades y a una nueva función dentro de la sociedad.

Una vida nueva en edad avanzada es posible como un compromiso que no sólo atañe al individuo sino también a la sociedad en la cual está inserto, que, mediante las instituciones adecuadas, debe fomentar y desarrollar programas tendientes no sólo a la inclusión sino también al desarrollo cultural y artístico para el enriquecimiento de la persona en esta etapa.

Esta preocupación por la salud integral de la persona referirá, como está demostrado, a una menor incidencia de las enfermedades físicas y síquicas, una menor medicalización y la postergación de la normal decadencia propia de la edad, no sólo alargando sino también mejorando la calidad de vida actual y futura del adulto mayor.
El concepto “salud”: uno de los desafíos de este tiempo es el aumento de la longevidad. Sin embargo nos preguntamos qué sentido tendría aumentar la cantidad de años vividos resignando calidad de vida. Teniendo en cuenta que aumentar la medicalización y mejorar los sistemas de salud es de altísima importancia, tal acción no centra el problema en la salud sino en la enfermedad y en su remisión. Y salud es mucho más que ausencia de enfermedad: “entendemos por salud a un estado de completo bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades” (OMS).

La salud es un estado de complejo equilibrio que comprende la totalidad de la persona y que depende de la interacción de factores biológicos, sicológicos, emocionales, sociales, económicos, culturales, ambientales, históricos del individuo y la sociedad y la trama de su presente con los proyectos y temores de su futuro. El resultado es una realidad individual e intransferible que solemos conocer y medir por sus efectos, con esa cualidad transparente e intangible que tiene la salud: el “sentirse bien”.

El concepto “tiempo libre”: uno de los desafíos del adulto mayor retirado de la vida “productiva” (entendiéndose por esta la que se enmarca dentro del circuito económico), es qué hacer con el tiempo “libre”, mal llamado “improductivo”.

El tiempo libre no es un tiempo muerto sino un tiempo esperando ser llenado de vida y actividad, con una potencialidad productiva diferente aplicada al pago de “deudas de la vida”, en relación a actividades postergadas por el trabajo y la educación de los hijos.

El nuevo tiempo permite un nuevo comienzo, da razones para vivir por fuera de la familia o el trabajo, mediante el aprendizaje de nuevas habilidades o la readquisición de habilidades dejadas de lado muchos años atrás. Estar retirado no es “no hacer nada” sino que es un período nuevo de actividad y de realización personal (muchas veces aplazada), entretenimiento y diversión. Una persona de 60/65 años es plenamente activa y productiva. Que quede fuera del sistema productivo económico no lo deja fuera del sistema global de la sociedad, no la transforma en un carga sino que al contrario puede ser un activo agente de bienestar social a través de acciones culturales, solidarias, etc. como productor y dador de bienes materiales y culturales.

En nuestra sociedad el acceso al aprendizaje de la música y a la ejecución instrumental y vocal solística está circunscripta a escuelas públicas o privadas cuyo alumnado es mayoritariamente gente joven y, tanto la metodología aplicada como los tiempos de aprendizaje, se aplican a las destrezas y habilidades motrices de esa franja etaria, cuyas facilidades todos conocemos.

En general, queda para los mayores el tomar clases aisladas con profesores particulares, en la soledad de sus estudios, sin contacto con pares, a excepción de la mayoría de los coros actuales, en general integrados por adultos mayores, en los cuales poca música se aprende (pero muchas músicas) y mucho menos aún educación vocal.

En el marco descripto, el Programa de Educación Musical para Mayores, P.E.M.M., se manifiesta como una escuela de música no formal, en la línea de los Principios y Configuración del Programa Universitario de Mayores, en la cual los alumnos puedan aprender distintos instrumentos (piano, guitarra, cuerdas, vientos…), canto, coro, teoría, lenguaje y apreciación musical, etc., en el contexto de sus habilidades y posibilidades propias, tanto motrices como cognitivas y de aprendizaje, con metodologías y tiempos propios de su edad, junto a la socialización con personas en igualdad etaria, quienes también estarán haciendo lo que tanto les gusta y que han postergado toda su vida.

Finalmente, podrán mostrar su crecimiento y sus avances a familiares, amigos y a la sociedad en general, mediante muestras y conciertos.

 

Profesor Juanjo Cura

Octubre de 2021