Crónica de la visita cultural a Celanova y Vilanova dos Infantes

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Sábado, 29 de octubre de 2022

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Con el inicio del nuevo curso la Asociación de Alumnos, “Aulas de Formación Aberta”, retomó las visitas culturales, cuya primera singladura nos llevó  a las tierras orensanas de Celanova y Vilanova dos Infantes, de la mano de nuestra compañera Rosi, que coordinó esta actividad.

Con una mañana lluviosa, en la que nadie olvidó sus paraguas, partimos de Torrecedeira y Areal pasadas las 8.30 de la mañana hacia nuestros destinos, observando los cambios que en la vegetación habían producido las recientes lluvias y el aumento del caudal del río Miño, sobre el que pasamos en Santa Cruz de Arrabaldo (Ourense). Dejamos Ourense a la izquierda, refugiada en su valle con su río, aún medio dormida por el descanso sabático.

Al entrar en Celanova, impresiona la fachada trasera (Este) del monasterio de San Salvador, popularmente llamado de San Rosendo, objeto de nuestra visita, compuesta de bajo y dos  plantas. En estas alternan ventanas y balcones, que correspondían a las habitaciones de los monjes, dando la sensación de  orden y equilibrio.

Bordeando el edificio por la parte sur, con alameda de plataneros, entramos en la amplia plaza a la que se abre la monumental fachada principal del monasterio que mirándolo de frente  está dividido, solo interiormente, en tres partes: La izquierda corresponde a la parte eclesiástica, la central a servicios municipales y la derecha al IES de Celanova que acoge a más de 300 alumnos.

Antes de comenzar la visita reponemos fuerzas e las cafeterías de la plaza, aunque algun@ también aprovechan para comprar productos de la zona, sobre todo olorosos chorizos caseros que nos hacen recordar los olores de los hechos en las casas de nuestras infancias, en los pueblos.

Iglesia y claustro de las procesiones.

Iniciamos la visita por zona eclesiástica de la mano de la guía oficial del Concello de Celanova, quien nos explica la evolución del monasterio hasta nuestros días. En el año 936 (siglo X), san Rosendo fundó el primer cenobio del que actualmente solo se conserva la capilla de San Miguel, de estilo mozárabe. Los primeros monjes procedían monasterio de San Esteban de Ribas de Sil y fue su primer abad, San Frankila, al que sucedió el propio Rosendo en el año 959 hasta su óbito en el 977.

Los monjes adoptaron la regla de san Benito (Benedictinos), ampliando las dependencias del monasterio, en estilo románico, pero del que no se conservan restos ya que un incendio en la iglesia lo destruyó prácticamente todo, iniciando  reconstrucciones parciales, a lo largo de los siglos XVI al XVIII.

San Rosendo, según la tradición, cuando era joven, tuvo una revelación por la cual debía fundar en el lugar de Vilar, actual Celanova, un cenobio. Según la leyenda, San Rosendo subió a un monte cercano a Celanova, lanzó desde allí una piedra, y en el lugar donde  cayó, el futuro Santo levantó el cenobio, tierras que le donó su hermano el conde Froila Gutiérrez. Las donaciones de sus familiares, las reales y las particulares hicieron crecer el monasterio al mismo tiempo que  a su alrededor nacía y crecía Celanova.

Además de la fundación de numerosos conventos en la antigua Gallaecia, Rosendo fue obispo de Mondoñedo y administrador de la diócesis de Compostela, pero también ejerció como virrey de Galicia, haciendo frente a una de las incursiones vikingas en tierras compostelanas.

La guía nos introduce en el claustro de las procesiones de estilo gótico-plateresco con una hermosa bóveda de crucería. En el tejado prominentes gárgolas escupen agua sobre el césped del jardín ya que el día es apropiado para comprobar su eficacia.

Desde el claustro pasamos al exterior para contemplar la pequeña capilla de San Miguel de estilo mozárabe, con influencias del prerrománico asturiano que sorprende por sus minúsculas dimensiones, sobre todo en la puerta de acceso. En el interior los arcos de herradura separan los tres espacios en los que se divide.

A continuación, visitamos la iglesia, cuya  fachada presiden las imágenes de San Benito, en el centro, y ambos lados las de san Rosendo y san Trocado. Tiene planta de cruz latina con tres naves longitudinales y una transversal. En ella destacan el retablo del altar mayor, las sillerías del coro alto y bajo y el órgano, uno de los tres existentes en Galicia.

El retablo, de estilo barroco muy recargado, con doradas columnas salomónicas laterales, acoge en su parte inferior el sagrario  que es la parte central de un tríptico con escenas de la vida de Jesús en relieve, con la singularidad de que visten prendas orientales, desconociendo su origen. Sobre el altar, una cúpula de media naranja rematada en una linterna ilumina el lugar más sagrado de la iglesia.

 Próximo al altar se sitúa el coro bajo, en madera labrada, donde se colocaban habitualmente los monjes para los cantos corales. La sillería del coro alto se ubica a los pies de la iglesia, en la tribuna, al igual que el órgano.  La sillería tiene forma de U y en su centro se levanta el facistol, gran atril de cuatro lados sobre los cuales se colocaban los grandes libros cantorales que contenían los cantos para todas las ceremonias.

A la misma altura del coro alto, en un pasillo lateral de la iglesia, los tubos del órgano impresionan, sobre todo cuando la organista comienza a manipular los teclados, dos manuales y otro de pie, y su sonido llena todo el recinto. La organista nos explica que el órgano  data de principios del siglo XVIII  y que cada uno de los 1800 tubos solo emite un sonido, producido al entrar el aire por la embocadura de cada uno de ellos. El aire, originariamente lo generaba un fuelle movido manualmente, sustituido  actualmente por un motor. Tras una amplia explicación de las características técnicas y las distintas modificaciones y reparaciones que ha sufrido, interpreta varios temas clásicos, finalizando con las notas de “Negra Sombra” que llenan el templo, seguidas de un merecido aplauso.

Claustro del “Poleiro”.

Finalizada la audición, salimos al exterior para acceder al ala sur del monasterio donde se ubica IES de Celanova y donde nos espera el director del mismo para facilitarnos la entrada, ya que, aunque vamos acompañados de un guía al ser sábado permanecía cerrado.

Esta parte se organiza alrededor del claustro, de forma cuadrada, llamado “Poleiro”, denominado así porque en la primera planta tiene una recia balconada corrida, de madera, sostenida por potentes canzorros, en tres de sus lados, que correspondían a los dormitorios colectivos de los novicios, actualmente aulas del Instituto. El nombre de “poleiro” procedería de ser el lugar elevado al que se  suben las gallinas o bien de que a los novicios se les considerase como “poliños”.

Esta zona del monasterio es la más reciente, finalizando su construcción en 1722, destinada como se dijo con anterioridad a centro educativo y residencia de los novicios, aunque las leyes de “Desamortización de Mendizábal” y de “Disolución de las Órdenes Religiosas” de 1836 dejaron el monasterio abandonado, con la excepción de la iglesia.

En 1841 el Ayuntamiento de Celanova, dado que el Estado no había conseguido venderlo, solicita que le sea cedido el monasterio para  servicios municipales, entre otros para escuelas gratuitas, que estarán dirigidas por Escolapios y Agustinos sucesivamente hasta 1931 en que se prohíben las subvenciones a colegios religiosos. Entre 1936 y 1943 este claustro sirve de prisión militar y posteriormente como centro de acogimiento y educación de menores y desvalidos del “Auxilio Social” de Falange, Instituto de Formación Laboral y finalmente en 1978, acoge el Instituto de Bachillerato.

La Biblioteca.

Después de recorrer  tres de los  corredores del “poleiro” , llegamos a la biblioteca, lugar emblemático por su arquitectura y por acoger una importante biblioteca monacal, cuyos fondos desaparecieron con la desamortización, yendo a parar a  particulares y a museos como el Museo de Orense, aunque en la actualidad posee cerca de 30.000 volúmenes para consultas escolares, alojados en las estanterías originales, horizontales, de traza barroca y que conservan muescas de las cantoneras de los fusiles, ya que  fue armería durante su época como prisión. 

 

Rectoral de Ansemil

Finalizamos la visita agradeciendo al director del instituto el tiempo que nos ha dedicado y sus explicaciones complementarias a las del guía y nos dirigimos al restaurante donde nos espera un caliente y apetitoso cocido, muy apropiado para el día nublado y lluvioso, acompañado de vinos Mencía, para finalizar con tarta, arroz con leche y café que repararon nuestras energías

Vilanova dos Infantes.

Tras la abundante y agradable comida en el restaurante A Rectoral de Ansemil, el autobús nos acercó al burgo medieval de Vilanova dos Infantes que, desde el año 1927, forma parte del Concello de Celanova.

A decir de nuestro eficiente guía, es el pueblo de las tres mentiras; pues no es villa, ni es nueva, ni tiene infantes. Pero obviado esto, hay que decir que nos encantó su cuidado aspecto de calles y plazas, sus casas bien tratadas, sus peculiares hórreos (normalmente agrupados en espacios públicos) y, sobre todo, la reconstruida Torre del homenaje del desaparecido castillo, antigua casa consistorial y hoy musealizada para disfrute de cuantos quieran visitarla. Eso sí salvando las dificultades impuestas por la escasez de medios de que disponen.

Junto a uno de los referidos hórreos, hay una placa dedicada a dos vilanovenses notorios: el Padre Silva y Secundino Feijoo Méndez, ambos relacionados con el mundo del circo.

Todo allí nos hizo sentir como en un reducto medieval. Al recorrer sus empedradas calles, llenas de vericuetos  y bordeadas de construcciones tradicionales (entre las que el guía nos señaló la perteneciente al insigne escritor José Luis Méndez Ferrín, el que insiste machaconamente que él no es de Celanova sinó de Vilanova dos Infantes), los restos de la muralla del siglo X (esos sí, con casas adosadas no siempre acordes con el sentido de la estética) y sobre todo cuando nos hemos acercado a la llamada Casa de San Vivián, hoy convertida en museo etnográfico dedicado al gremio de zapateros.

En el exterior, casi invadiendo la estrecha calle, nos sorprendió la existencia de una pequeña construcción, con excelente factura, que simula una garita, pero sin puerta de acceso, con unas estrechas aberturas en su contorno. Ante las inevitables preguntas sobre su finalidad, nuestro guía quiso mantener el suspense hasta que hubiésemos visitado la casa-museo.

En efecto, desde el interior de la casa se accede a una cueva, con una serie de cavidades a ambos laterales, sobre la que existen diferentes teorías acerca de su origen y finalidad. Pues bien, en la vertical del espacio central existe una chimenea de ventilación que está culminada por la referida construcción exterior.

Y claro, no nos podíamos ir de Vilanova sin visitar la iglesia de San Salvador, de estilo barroco, edificada sobre una capilla mozárabe, que guarda en su interior –al que no pudimos acceder- tal vez el Cristo más antiguo de Galicia, tallado en madera, del s. XII.

Por el contrario, si pudimos entrar en el santuario de A Virxe de Cristal, de gran devoción en buena parte de la provincia de Ourense, y últimamente protagonista de un capítulo negro, con el robo de la Imagen y el asesinato del sacerdote que la portaba –D. Adolfo Enríquez-, todavía no resuelto por la justicia. Según nos han explicado tanto el guía como la sacristana que nos facilitó el acceso, no se ha podido reconstruir una imagen con las mismas características que la primitiva, qué está hecha en vidrio sin ningún tipo de junta, que protege la imagen de la Virgen, con todo detalle, de tan solo 2 cm de altura. A efectos prácticos, tienen una réplica, construida en resina o material plástico que, aun manteniendo las formas y aspecto, dado los antecedentes de poderes sanadores y hasta milagrosos de la auténtica, resulta un tanto fraudulenta.

A distancia, el guía, nos ha informado del vecino yacimiento de Castromao, uno de los referentes de la cultura castreña del noroeste peninsular, y primer asentamiento en estas Terras de Celanova.

 

Texto:

Feliciano González y Leonardo Pérez

Fotos:

Javier Soliño

Enlace para ver las fotos:

http://aulasdeformacionaberta.webs.uvigo.es/salida-cultural-a-celanova-28-de-octubre-de-2022/

 

Descargar el documento con fotos:

29.10.2022 Crónica visita a Celanova y Vilanova dos Infantes